Fios do Tempo. Nuevas amenazas a la democracia? – por Elimar Pinheiro do Nascimento

Hoy publicamos un artículo de Elimar Pinheiro do Nascimento (CDS-UNB) en el Fios do Tempo [Hilos del Tiempo]. Elimar es un importante colaborador de nuestra tribuna, ya con varios artículos en los que analiza los retos de nuestro tiempo. Pero hoy es la primera vez que lo publicamos en español. En eso artículo, él analiza las nuevas amenazas a la democracia: la miraje autoritaria de la China; algunos efectos perversos de la innovación tecnológica; y la crisis ecológica.

Él piensa también en algunas posibilidades de respuesta a estas amenazas. Con eso, sus pensamientos me parecen que tienen dos convergencias con las presentes en el Ateliê de Humanidades: por un lado, el desarrollo de una sociología de la crisis asociada al pensamiento crítico, que realiza con habilidad nuuestro compañero Felipe Maia (UFJF); y, por otro, la propuesta del convivencialismo/convivencialidad, presente en la publicación del Segundo Manifiesto Convivencialista del Ateliê de Humanidades Editorial.

¡Le deseo una excelente lectura!

A. M.
Fios do Tempo, 03 de fevereiro de 2021



Nuevas amenazas a la democracia?1

Elimar Pinheiro do Nascimento

En el libro Palabras y cosas, Michel Foucault (1979), en un momento dado, afirma que el hombre es un invento reciente en el proceso de extinción. Es más probable que, mucho antes de eso, desaparezca una de las creaciones mejores de los humanos, la democracia. Hay indicios que respaldan esta declaración.

Después del final de la Segunda Guerra Mundial, en la que los países democráticos, junto con Stalin en la URSS, fueron victoriosos, hubo una expansión de la democracia en cuatro olas. La primera, con la derrota del nazismo y del fascismo. La segunda, en la década de 1960, resultado de la independencia africana; la tercera, más consistente, en los años 1970/1980, que comprende Europa (Grecia, España y Portugal) y América Latina (Brasil, Uruguay, Argentina, Chile, Bolivia, Perú) y, finalmente, la cuarta, después de la caída del Muro de Berlín y la URSS, incorporando países de Europa del Este. La expansión democrática continuó hasta al final de primera década del siglo XX. Estas olas solo tienes una inspiration en el Huntington, ya que él, en su famoso libro (1994) considera una periodicidade bem más amplia.

Aparentemente, la tendencia de expansión de los regímenes democráticos se ha agotado y un movimiento inverso parece dibujarse en el mundo. También hay indicios claros de que los países con democracia consolidada sufren un desgaste cada vez mayor a través del crecimiento de las fuerzas autoritarias, además de una creciente desconfianza sobre la eficiencia del régimen democrático para responder a las demandas de la población (LEVITSKY, Steven; ZIBLATT, Daniel, 2018).

¿Estamos en un momento similar a la década de 1930, cuando la crisis democrática permitió el surgimiento de las fuerzas autoritarias del nazismo y el fascismo? Pregunta pertinente, a medida que crecen los signos tradicionales de la crisis de la democracia. Utilizo el término crisis y no transformación, como hace Norberto Bobbio (1986) o Traversa (2011), porque, al parecer, las dificultades de reproducción de la democracia han salido del espacio de los cambios en el sistema, típicos de las transformaciones de la sociedad moderna, a los de la reproducción del sistema, típicos de las situaciones de crisis.

El artículo proporciona notas sobre las viejas y nuevas amenazas a la democracia.

Las antiguas, que aún persisten, son bien conocidas y objeto de vasta literatura en la ciencia política desde el siglo XIX (TOCQUEVILLE, Alexis, 2014/1835 y 1840; DUVERGER, Maurice, 1954; SARTORI, Giovanni, 1982/1965; BOBBIO, Norberto, 1986/19843; LECHNER, Norbert, 1984; HIRST, Paulo, 1992/1990; LIJPHART, Arend, 1989/1984).

Las nuevas amenazas surgen en los pliegues del siglo XX al XXI. Su lista es larga, pero aquí se llama la atención sólo a tres: (1) la transformación de China en una referencia del éxito antidemocrático; (2) los impactos de los procesos de innovación tecnológica; (3) y la crisis ambiental. También se menciona el reciente crecimiento de los partidos neofascistas y de extrema derecha en Europa. Hay otras amenazas como el crecimiento de Fake News, interviniendo en procesos electorales como en los Estados Unidos en 2014; la expansión del crimen organizado en las instituciones gubernamentales y la corrupción que, a nivel mundial, socava la credibilidad de las instituciones democraticas y la clase política.

El artículo se divide en tres partes, de tamaño desigual, así denominadas: premissas; las nuezas amenazas a la democracia; y una inconclusión. Eso porque la problemática permanece abierta,

Premisas

Para empezar, es fundamental dejar claro cuál es el significado de democracia que se utiliza aquí. Se refiere a los regímenes democráticos creados en el siglo XVIII en Francia y Estados Unidos, y que evolucionaran durante los siglos XIX y XX, con importantes cambios. Particularmente a forma de organización de las representaciones políticas (sistema de partidos) y la definición de los miembros y normas del colegio electoral (sistema electoral) que han cambiado radicalmente durante los dos siglos y medio que nos separan de este invento político tan importante en el Occidente y que Wilson Churchill definió como “la peor forma de gobierno, excepto todas la demás”. La tomamos aquí, por lo tanto, en el sentido de Bobbio: “un conjunto de reglas (primarias o fundamentales) que establecen quien está autorizado para tomar decisiones colectivas y con qué procedimientos” (BOBBIO, Norberto, 1986, p. 18)

La crisis ambiental, al parecer, es parte de una crisis más grande, la crisis de la civilización o planetaria, selon Edgar Morin (2011). Crisis que se expresa en varias dimensiones: económicas, tecnológicas, ambientales, políticas, sociales y morales. Aparentemente, estamos en vísperas de una nueva civilización, cuya gestación ya está en marcha y debe tomar forma incluso en este siglo. Forma que no conocemos y que debe seguir caminos que aún no se pueden imaginar. Para los “aceleracionistas” 4 será una civilización de simbiosis entre lo orgánico y lo tecnológico, dando lugar a una nueva humanidad. En esta tendencia puede ser que todos los seres humanos se transformen. Lo más probable, sin embargo, sólo unos pocos sufren de esta simbiosis, lo que resulta en una fragmentación de la especie humana. En lugar de una, tendremos dos especies de humanos, según los pronósticos de Cristovam Buarque (1993). Sin embargo, también es posible que surja una tendencia completamente distinta e incluso divergente hacia un regreso al pasado, con pérdida de capacidad humana para adaptarse al clima y al cambio biológico, empobrecimiento general y formación de núcleos humanos separados, después de la desaparición de parte de la humanidad. O tal vez, la ausencia de la humanidad, con el avance de la sexta extinción de especies, una idea que no tiene consenso, todavia, entre los científicos. Incluso es posible que tengamos un mundo de abundancia com la Inteligencia Artificial (IA) trabajando para nosostros, los humanos.

Sin embargo, los cientistas sociales, politólogos incluso, en general no están interesados en esto. Algunos filósofos y prospeccionistas, sí. Para los politólogos es un futuro tan remoto que todo lo que decimos puede estar completamente equivocado. Idea que tem un terreno favorable en el argumento de Nassim Taleb (2008), para el cual el futuro avanza a través de los senderos del “cisne negro”, es decir, la incapacidad del hombre para predecir los incidentes que guían nuestro futuro. Esta interposición es discutible. Por ejemplo, Nate Silver (2013) no está de acuerdo, porque sus estudios muestran cómo ciertas áreas del conocimiento humano han ampliado su capacidad predictiva, como la meteorología, y otras no tanto, como la economía. Sin embargo, es de interés para los científicos sociales, los cambios que se están produciendo ahora, cuálles son su significado y quales las tendencias que la sociedad conoce en el momento actual, y cómo se transforma. Lo que termina hablando con los prospecvistas.

Por lo tanto, el texto se basa en la premisa de que el mundo tiene actualmente, entre otros, tres grandes desafíos, y el futuro dependerá en gran medida de la respuesta construida para afrontarlos: la crisis ecológica; los cambios tecnológicos y la supervivencia o no de la democracia (NASCIMENTO, 2020). Entre estas tres amenazas, la menos propuesta y, sin embargo, la más llamativa, y central, es la crisis ecológica.

Las nuevas amenazas a la democracia

El diferencial, en el contexto actual de la crisis de la democracia, es el surgimiento de tres nuevas amenazas. Se trata de amenazas de naturaleza diferente, dos de ellas de carácter global, que requieren una gobernanza global, que actualmente sigue siendo incipiente. Lo grave es que estas tres amenazas surgen cuando algunas de las amenazas antiguas se intensifican y una amenaza reciente aumenta de manera hostil, el crecimiento de las Fake News (noticias y narrativas falsas).

La primera nueva amenaza se llama China, el país que rutura los paradigmas. En los últimos 40 años ha roto al menos dos. En 1978, China era un país pobre y hoy es la segunda potencia mundial. La teoría de los intercambios desiguales de la década de 1960 no permitió que un país pobre se hiciera rico (FURTADO, Celso, 1974). Cabe decir, a favor de Furtado, que el pueblo chino todavía está muy lejos del patrón de consumo de los países desarrollados, el centro de su argumento. Otro paradigma roto por China es que la teoría política occidental no admitió la posibilidad de una economía de mercado sin democracia liberal (PRZEWORSKI, Adam, 1994). La expansión de la economía china no se basa en una democracia liberal, ni en sus pilares: el respeto de los derechos humanos y las libertades individuales (derechos de organización y expresión). China tiene un régimen llamado por Fukuyama de autoritarismo responsivo (SUGENO, Mikio, 2019), eufimismo diferenciador de un régimen antidemocrático.

El gobierno chino tiene una estrecha relación con la sociedad a través de su partido político, que tiene alrededor de 100 millones de miembros, con reclutamiento basado en la meritocracia, y un sofisticado sistema de información e investigación. Lo más importante, sin embargo, es que el partido tiene un proyecto nacional, que moviliza y satisface a la mayoría de la población. Algo inusual en los regímenes autoritarios durante tanto tiempo. Cabe decir, en favor de los clásicos, que la economía de mercado de China es muy particular, debido a la extrema presencia del Estado.

El mayor problema actual es que China ha definido dos nuevos desafíos: a) sustituir el sistema de información de la economía de mercado de precios por el procesamiento exponencial de datos; y, b) ampliar su poder de influencia económica, política e ideológica en el mundo (nueva ruta de la seda). Según Morin: “ Hoy vemos que se instalan los elementos del totalitarismo. Esto no tiene nada que ver con los del siglo pasado. (Hoy) Existen todos los medios para una vigilancia totalitária” (Edgar Morin, 19/04/2020)

Con sus éxitos económicos, ante un Occidente en el que las dinámicas económicas comienzan a esfriarse, los gobernos son incapaces de responder a las demandas de la población, las desigualdades aumentan y la pobreza resurge, China se convierte en producto del deseo. Porque, por el contrario enriquerce visiblemente y saca de la pobreza a miliones de personas. Los institutos internacionales de opinión pública verifican que los chinos se encuentran entre las personas que más creen en sus gobiernos y en futuro del pais. Y los occidentales se preguntan ¿de qué sirve la libertad de expresión si no tenemos trabajo, ingresos o comida?

En caso de ese desafío, ¿estaríamos en vísperas de una profunda transformación de la economía de mercado y de la noción de poder? La economía de mercado se basa en un sistema de información frágil y fragmentado, mientras que en China el gobierno establece un sistema de información con alta informática y una amplia base de datos sobre la sociedad y la población, con cámaras de reconocimiento generalizadas y registros constantes de las características, gustos y costumbres de cada individuo, que deberia expandirse con la computation quantica y el BIG DATA, produciendo nueva información a partir de los datos recopilados. Asi, un cambio en la noción de poder puede estar en curso. En Karl Marx (1969), el poder se refiere a la apropiación de los frutos del trabajo de los demás; en Max Weber (2004), el poder se define por la capacidad de influir en la acción de los demás; en Michel Foucault (1979), el poder se traduce en la sumisión del cuerpo a las normas actuales. China tiene la intención de armar un sistema de poder en que se conozca la información de todos sus habitantes, incluyendo ideas, tendencias, gustos, costumbres y deseos, y pueda inducirlos a comportamientos que no imaginaban. Una especie de poder basado en el control de los deseos de la gente, algo que recuerda al clásico de George Orwell (2014), 1984. Y que también está presente en grandes empresas de TI como Facebook, Amazon y Goongle, entre otras.

La segunda nueva amenaza reside en el proceso de las innovaciones tecnológicas. Para los “aceleracionistas” (KURZWEIL, Ray, 2018) estamos en vísperas de la fusión entre lo tecnológico y lo biológico, que se espera que ocurra en los próximos 25 años. Las máquinas inteligentes, con nanotecnología y biotecnología, tienden simultáneamente a aumentar la capacidad de los seres humanos y reemplazarlos en múltiples trabajos. Los avances en Inteligencia Artificial e impresión 3D, la intervención en el cuerpo humano, la producción de alimentos y el uso del agua y la energía y los avances en la ciencia de la cognición pueden crear un mundo de abundancia, pero también de subalternidad atroz, especialmente con cambios en la capacidad de la cognición diferenciada entre los seres humanos. La desigualdad atroz pero medible de hoy se expandirá exponencialmente. Si esto ocurriese, las puertas se abrirán al evento de disparidad, como dice Cristovam Buarque (1993), lo que significará el fin de la sociedad moderna. Habrá dos “especies” humanas: el “tecnobium” y los tradicionales, con capacidades cognitivas y habilidades físicas extremadamente desiguales. Desigualdades tan abrumadoras que las actuales se volverán insignificantes.

Las máquinas inteligentes tendem a reemplazar a la fuerza de trabajo en todos los sectores económicos. Si estas máquinas reemplazaron a los trabajadores en mano de obra, ahora reemplazan a los trabajadores intelectuales. Un periódico puede tener robots escribiendo la noticia que los periodistas, los drones y la web le traen. El diagnóstico médico puede ser hecho parcialmente, con mejor precisión, por una máquina. Parte del trabajo del contador puede ser reemplazado en gran medida por máquinas inteligentes, así como el trabajo del abogado e incluido o del asesor financiero. Es cierto que los reflejos de estos cambios aún no se producen claramente en los países desarrollados, donde las tasas de desempleo son relativamente pequeñas, pero ya se pueden ver efectos indirectos en los países en desarrollo, incluidos los latinoamericanos (SALAMA, Pierre, 2018). El riesgo de la aparición de una clase de inútil (FORD, Martin, 2019/2015) o una nueva exclusión social (NASCIMENTO, Elimar Pinheiro do, 1994), se discuten ahora globalmente. Es por eso que uno de los temas más de moda entre los economistas es la renta básica. Tema que adquirió mayor dimensión con la pandemia actual (2020) y que debería crecer con la aceleración de la automatización productiva en los sectores secundario y terciario.

Si las innovaciones tecnológicas toman la dirección de desprenderse constantemente de mano de obra, tendremos un mundo de pocos puestos de trabajo. Veremos al nacimiento de una gran masa de desempleados en los países occidentales, incluido los desarrollados. ¿Cómo contarlos? ¿Será suficiente la distribución de una renta básica? Hoy ya asistimos a los olvidados de la dinámica económica levantarse contra el establishment, como sucedió en las elecciones de Trump en 2016 y en 2020. Es este mismo segmento social el que sitúa a la extrema derecha en Francia como el segundo partido más grande y en Alemania el tercero. El mismo que puso en el poder Orbán en Hungría y Duda en Polonia.

Junto a los parados, viviendo de renda pública, tendremos un contingente de personas bien remuneradas y viviendo en condiciones completamente distintas. Difícilmente un país en un régimen democrático soporta una desigualdad extrema. La tendencia es romper con el principio de igualdad que sustenta la idea democrática. Y en verdad la sociedad moderna. La negación de la igualdad como principio organizativo se producirá mediante subterfugios. Lamentablemente, la democracia no cuenta con los instrumentos para orientar la innovación tecnológica, que se rige por el mercado, que tiene una lógica distinta e incluso opuesta a la de la democracia.

La tercera amenaza nueva es la crisis ambiental. El tratamiento de la resolución de esta crisis refleja la historia del mayor fracaso de los seres humanos en el último medio siglo, que les puede costar mucho. En la década de 1970 los humanos descubrieron los límites del crecimiento económico. En medio de la euforia del crecimiento económico en la segunda mitad del siglo XX, no se escuchó el grito de los Meadows (1972), ni se tuvieron en cuenta las obras de Georgescu-Roegen (2012/1979)5 ni los resultados de la Conferencia de Estocolmo sobre Desarrollo y Medio Ambiente (1972). Las alarmas emitidas por la cumbre mundial en 1992 en Río de Janeiro tampoco produjeron cambios significativos en el modelo económico que ha estado en vigor desde el siglo XIX, basado en un crecimiento demente; ni siquiera las quejas del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC/1988). En los quince indicadores de las actividades humanas mundiales que afectan con fuerza la degradación ambiental directa o indirectamente, como la deforestación, el consumo de combustibles fósiles, el crecimiento del cultivo de ganado, la emisión de gases de efecto invernadero, la humanidad tuvo un desempeño claramente negativo en al menos 10 de estos indicadores (RIPPLE et al, 2020).

La crisis medioambiental está creciendo, a pesar de la adopción de nuevas medidas para la descarbonización y la desmaterialización de la economía, asi como la renovación de las fuentes de energía. Ahora hay una situación mucho peor que hace 48 años, cuando los límites del crecimiento económico se difundieron ampliamente, simplemente porque la base de la crisis ambiental reside en el crecimiento económico continuo, la verdadera ideología de nuestra contemporaneidad, y de ella los seres humanos no obtenem liberarse (LATOUCHE, Serge, 2006). Es el principio inspirador de la economia de mercado. Es el horizonte espistémico de las personas. Es algo absolutamente internalizado por el obre ocidental.

Aparentemente, la democracia actual no tiene las herramientas para hacer frente a la crisis medioambiental. Las medidas necesarias para afrontarla no habitan de manera adecuada y coherente el horizonte intelectual de los gobiernos y las personas, dominados por la ideología del crecimiento: la verdadera ideología de hoy. Subyuga tanto las ideologías de izquierda como las de derechas, el socialismo y el liberalismo (LATOUCHE, Serge, 2006). Las medidas para combatir la degradación ambiental requieren desarrollo tecnológico y renuncia de los consumidores, requieren cambios en la forma de producción y estilo de vida, lo que la gente no está dispuesta a hacer. Si puede argumentar que los paises escandinavos tomaron esta decisión sin abandonar la democracia. Es un pequeño grupo de paises, donde gran parte de las externalidades de sus economias se exportan a otros paises. Muy diferente a una situación en la que todos tendrían que redimensionar su crecimiento, unos más, otros menos.

La única manera de que la humanidad mejore su calidad de vida, sin destruir la naturaleza, es la de la prosperidad sin crecimiento (JACKSON, Tjim, 2010) o del Buen Vivir (ACOSTA, Alberto, 2016), propuestas extremadamente utópicas, qui el establishment no concebe. Sólo en situaciones de desastre, como una gran guerra o una pandemia, la historia ha demostrado, que es posible introducir cambios antes inimaginables. El problema es que el desastre ambiental no tiene similitudes con una guerra o una pandemia, porque no surge repentinamente, sino de una manera homeopática. Al igual que el cáncer o la diabetes, aparece y progresa en silencio y cuando sus resultados más graves se manifiestan puede ser demasiado tarde (GILDING, Paul, 2014). Pero, ¿por qué la democracia es incapaz de hacer frente a esta nueva amenaza?

Existe una disfunción entre la temporalidad del gobierno y el intercambio de patrones de producción y estilo de vida para hacer frente a la crisis ambiental. El arte de gobernar funciona bajo la lógica de meses o, a lo sumo, unos pocos años, y el cambio en los patrones de producción y consumo requiere muchos años o décadas. Los seres humanos quieren empleo y consumo ahora, la naturaleza que se preserve necesita medidas que se desarrollen en décadas. La temporalidad de los gobiernos exige respuestas inmediatas a los deseos encerrados en los seres humanos, y el del intercambio de producción y estilo de vida requiere el respeto de los imperativos naturales y la renuncia a los deseos que impactarán positivamente la vida humana. Pero los seres humanos, en general, prisioneros de la ideología del crecimiento, que conduce al consumo irracional, no se dan cuenta de sus riesgos. Caminan flemáticamente hasta el precipicio, dominados por la ideología del crecimiento que les impide pensar de manera diferente.

Inconcluso

Desde un punto de vista estratégico, si el gran riesgo de mediados del siglo pasado era la posibilidad de una guerra nuclear, resultante de la guerra fría entre los Estados Unidos y la URSS, hoy se ha desplazado a las consecuencias de la crisis ecológica en desarrollo..6 Es la forma en que tratamos a la naturaleza, abusando o no de ella, que la posibilidad de una catástrofe vendrá a perturbar la economía y amenazar la vida humana, como una pandemia. En este siglo ya hemos tenido cinco epidemias, además de la actual: SARS, 2002; influenza aviar, 2003; influenza A (H1N1), 2009; MERS, 2012 y Ébola, 2013, pero no se volverse en pandemia. Aparentemente, a continuar la forma en que tratamos la naturaleza entramos en el siglo de pandemias. Y quando esta se produce el Estado aumenta su importancia y poderes. Ços derechos humanos se reducem (que tambien ocurre con el terrorismo). La economia se retrae. La pobreza y la desigualdad aumentan. La clase media languedece. Precisamente lla que constituye la base social de la democracia moderna. Por lo tanto, la crisis ecológica mantiene la centralidad de las amenazas estratégicas a la democracia, y en situaciones de pandemia, as veces es necesario elegir entre supervivencia y libertad. En estos casos los seres humanos tienden a elegir la supervivencia. La manera de afrontar democráticamente es adoptar el camino de la prosperidad sin crecimiento. Sin embargo no hay suficiente apoyo politico y la gente está, cada vez más, preocupada por su supervivencia. Las personas son prisioneras de la lógica do imediato, y en el desastre erá iminente.

En relación con las innovaciones tecnológicas, el gran reto es reorientarlas a la producción de bienes esenciales, como alimentos, vivienda, energía limpia, transporte público, invitar a personas que tienden a ser obesos y consumista a reduzir son consumo, y reducir la producción de bienes nocivos como armas, drogas y bienes ostentosos. Con ello, permitiendo a quienes no tienen bienes suficientes aumentar su consumo y, por lo tanto, mantener un equilibrio general de reducción gradual del uso de los recursos naturales y la energía, preservando la naturaleza. Las innovaciones tecnológicas son grandes aliados del enfrentamiento de la crisis ecológica, si estan orientadas correctamente. Portanto, estas dos amenazas puedem convertir-se en una oportunidad para superacion de la crisis civilizationnal que vivemos hoy en dia.

En esta dirección, tal vez la atracción china pierda parte de su glamour, y la democracia sobreviva. Por eso, cualquiera que sea el propósito del post-desarrollo, es indispensable pensar fuera de la lógica de la ideología del crecimiento, porque ella es la expresión de la muerte y nuestro compromiso es, o debe ser, con la vida.

Notas

1 El origen de este artículo fue la intervención realizada en el Congreso de ALAS, Perú, 12/2019 no Foro: Crisis ambiental, climática, global y Territorios.

2 Traducción de Patricia de la Torre.

3 Cuando el título tiene dos fechas, la primera es la fecha de la traducción consultada y la segunda es la fecha del original.

4 Término usado por sus críticos para nombrar aquellos que propugnam la fusión del hombre con la máquina: Ray Kurzweil (2018/2005) y Yuval Harari (2016/2015), entre otros.

5 Sobre a obra de Georgescu-Roegen ver el excelente trabajo de Andrei Cechin (2010)

6 Esto no significa que el riesgo de una guerra nuclear tenga desaparecido. De ninguna manera, fue simplemente minimizado.

Referencias

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Elimar Pinheiro do Nascimento é sociólogo, com doutorado pela Université de Paris V (Rene Descartes, 1982), e pós-doutorado na Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales. Professor associado dos Programas de Pós-Graduação do Centro de Desenvolvimento Sustentável da Universidade de Brasília (UNB) e do Programa Ambiente e Sustentabilidade na Amazônia da Universidade Federal do Amazonas (UFAM). Autor do livro: Um mundo de riscos e desafios: conquistar a sustentabilidade, reinventar a democracia e eliminar a nova exclusão social (FAP, 2020). E-mail: elimarcds@gmail.com

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